.
martes, 1 de septiembre de 2015
domingo, 22 de febrero de 2015
Aquel asado trágico de Larrea y Hernandarias, de Lomas del Mirador.
.
“Según mis recuerdos, correría el año 1951 y aquí se
había formado una especie de Sociedad de Fomento que se llamaba “Eva Perón”. Yo
tendría entonces unos 11 años, y ésta, ya en tiempo anterior se había ocupado
de de colocar bloques de cemento en las veredas para poderlas caminar.
Aquella sociedad había nacido incluso dentro de otra que se llamaba “Juventud Argentina”, que era un club que estaba en la calle Guido entre Europa y Hernandarias y después se pasó, si no me equivoco, al lugar que ocupa hoy la escuela 30.
Esa Sociedad de Fomento estaba integrada, entre otros, por Rolandi –el farmacéutico de Larrea y Mansilla- y a través de la misma se logró la gestión del pavimento de las calles Larrea (entre Iparraguirre y Mosconi) y Hernandarias (Entre Larrea y Díaz Vélez).
.
Aquella sociedad había nacido incluso dentro de otra que se llamaba “Juventud Argentina”, que era un club que estaba en la calle Guido entre Europa y Hernandarias y después se pasó, si no me equivoco, al lugar que ocupa hoy la escuela 30.
Esa Sociedad de Fomento estaba integrada, entre otros, por Rolandi –el farmacéutico de Larrea y Mansilla- y a través de la misma se logró la gestión del pavimento de las calles Larrea (entre Iparraguirre y Mosconi) y Hernandarias (Entre Larrea y Díaz Vélez).
.
Inaugurado el pavimento se decidió festejar con un gran
asado y baile en la misma esquina de Larrea y Hernandarias. Entonces estaba “la
quinta”, que abarcaba las calles Larrea, Hernandarias, Charcas y Mosconi. A
ella vinieron unos reseros del Matadero, con unos novillos y vaquillonas que
allí mismo carnearon y prepararon para el asado.
Aún no existían las calles que luego se abrieron por allí (Mansilla y Morelos) en tanto Pedro Morán ya jamás se abrió. El casco de la quinta estaba en medio, a la altura de Morelos.
.
El caso fue que ese día se armaron mesas en plena calle, sobre Hernandarias y sobre Larrea y concurrió mucha gente, aunque no todos podíamos; por la situación económica, no todos podían pagar la tarjeta, pero la gente concurrió, comió y tomó bien.
.
Aún no existían las calles que luego se abrieron por allí (Mansilla y Morelos) en tanto Pedro Morán ya jamás se abrió. El casco de la quinta estaba en medio, a la altura de Morelos.
.
El caso fue que ese día se armaron mesas en plena calle, sobre Hernandarias y sobre Larrea y concurrió mucha gente, aunque no todos podíamos; por la situación económica, no todos podían pagar la tarjeta, pero la gente concurrió, comió y tomó bien.
.
Terminada la comida se retiraron las mesas y en la ya
nombrada esquina había levantado un palco y ya todo el barrio se volcó en el
momento del baile… y llega entonces un cantor interpretando una milonga
titulada “La Podrida”, premonitorio título de lo que luego allí pasó. Su letra
decía, más o menos así: “…pronto se armó la podrida / piñas, patadas, trompadas
/ Santillán tiró un balazo…”
–Pero al cantor se le ocurrió cambiarle la letra,
y dijo: “…Pronto se armó la podrida, entre Larrea y Hernandarias!!!”
… y pocos minutos
más tarde, un policía que estaba de civil y muy tomado, tiene la mala
ocurrencia de hacer un disparo al boleo, que da justo en el corazón de de don
Pedro, que cae en el acto muerto.
Los reseros que estaban junto a don Pedro, no
lo llegaron a cargar al autor del disparo porque se lo sacaron de la mesa donde
ya lo tenían listo para el primer corte, pero lo derribaron al piso y otro de
ellos le pasó con el caballo por arriba, de repetidas veces, dejándolo muy
maltrecho al pobre infeliz.
.
Así concluyó la fiesta con que se inauguró el pavimento. La gente lo quería y estimaba mucho a Don Pedro, quien no imaginó jamás que por estar de bufetero en una fiesta de hermandad barrial le llegaría tan torpe y estúpido final, en aquel lugar de la calle Larrea, señalado hoy con el número 2227, donde Ángel Salomón tiene su actual taller.
Así concluyó la fiesta con que se inauguró el pavimento. La gente lo quería y estimaba mucho a Don Pedro, quien no imaginó jamás que por estar de bufetero en una fiesta de hermandad barrial le llegaría tan torpe y estúpido final, en aquel lugar de la calle Larrea, señalado hoy con el número 2227, donde Ángel Salomón tiene su actual taller.
.
- Fuente: Vecino Blas E. Espina, nacido en Lomas del Mirador
en 1940, Titular hoy de Remises Tango, de Larrea 2142. (Agosto de 1998).-
.
.
.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)